miércoles, 15 de febrero de 2012

LECCIÓN 2

Ayudar NO es hacer lo que uno CREE que es bueno para los demás,sino hacer REALMENTE lo que es bueno para los demás. ¿por qué digo esto?
Cuando uno aterriza en Calcuta, emergen del interior unas ganas locas de hacer mil cosas por esta sociedad, entregar dinero, comida y todo tipo de aportaciones que estén al alcance de tu mano. 
Te vuelves loco y te ciegas bajo el escudo de entrega. Y NO toda ayuda es buena. Es algo que aprendí aquí. 
Y siendo más concreta lo ejemplificaré con lo siguiente.La ciudad está invadida de slums, zona de la gran ciudad donde se forman barrios de los más desfavorecidos del mundo viviendo en condiciones infrahumanas, hacinados, desnudos, desnutridos, entre cartones y casa de paja, sin luz ni agua, entre basura y generalmente bajo los puentes, en las vías del tren o en las zonas más lúgubres de la Calcuta, como vertederos o fábricas abandonadas. 
Familias y familias anidadas como cucarachas en mil rincones de la ciudad. 
En uno de nuestros tantos cafés, escuchamos de un voluntario que una vez se organizó un grupo de 7 personas para ir al slum más insalubre y pobre de la ciudad para dar de comer a aquellos que allí trataban de sobrevivir. 
Llevaron comida para 50 familias, porcentaje bajísimo del número de familias que allí "subvive".
A cada familia le correspondía lo siguiente: 250 gr de arroz, una patata, una cebolla y un puñado de chiles. Que buena iniciativa...se tiende a pensar...
Eso mismo pensamos nosotros al escucharle hablar y nos organizamos para repetir esa misma experiencia y de alguna forma simplemente colaborar 
Era domingo la fecha establecida para irnos en grupo al slum...y le pregunté a Raj (dueño del Spanish Café) donde podíamos comprar los alimentos mencionados con anterioridad. 
Os pongo en antecedentes. 
El Spanish Café es un lugar donde se reúnen los españoles para comer y cenar, regentado por un hindú local con buen ojo para el negocio. Un tío inteligente que, vista la afluencia de españoles en las calles circundantes y la necesidad de los mismos por mejorar su alimentación, viajó a España para aprender a cocinar y poder dar un servicio de cocina bien agradecido por los españoles de Sudder St, cuna del voluntariado de Calcuta. Tortilla de patata, gazpacho, aceite de oliva, lentejas, ensaladas, verduras...Un tío inteligente y una de las mejores personas que he conocido en mi viaje. Raj además, dona parte de los sus beneficios a una ONG que el mismo ha creado. 
Y volviendo al tema, ya con el perfil de Raj creado, le pregunto a Raj: 
-"¿Dónde podemos comprar todo esto?"
Y Raj me contestó: 
-"No quiero ofenderte pero...no creo que sea muy buena idea lo que vais a hacer". 
Un comentario venido de una persona así requiere de reflexión. 
Y continua: "La intención es buena, dar de comer a gente que se muere de hambre pero ¿qué solucionáis dándoles de comer un día? ¿pero que pasará mañana? ¿y pasado? ¿y el resto de su vida? 
Esperaran que volvais todos los días y vosotros no volveréis.
Si queréis hacer algo por la India, invertid en dinero en un niño, dadle de comer un mes entero, dadle educación y enseñadle a hacer algo que le permita ganas algo de dinero para subsistir cuando vosotros no estéis. Ayudad a una persona para que aprenda a sobrevivir y se habrá salvado una vida. Y la próxima vez que volváis a ver al niño solo tendréis que preguntarle..."Hola, ¿qué tal? ¿cómo te va?
......mmmm....
Operación slum desarticulada. 
Cuanta razón tenía Raj.
Enseguida me vino a la mente repartir un caramelo entre un centenar de niños, ninguno saboreará ni disfrutará el dulce, el caramelo habrá perdido su oportunidad, es un caramelo sin valor. 
Todavía no hemos definido el qué, ni cómo, ni cuándo pero ahora ya entendemos porque las ONGs realizan proyectos en zonas concretas y para un grupo reducido de personas. Así pues, una lección mas. 
Y no sé porque hablo en plural en esta entrada, en mi conversación con Raj no había nadie más. 

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