Una vez adaptado al entorno, comienzan a surgir inquietudes de conocer que otros occidentales o españoles como tu han puesto en marcha algún proyecto en este país.
Te desbordan las ganas de emprender un proyecto pero si eres un poco consciente solo lo llevarás a cabo si realmente estás preparado para ello y tus circunstancias personales y económicas te lo permiten.
Hay algo que no cambia aquí en los españoles respecto de España y es el hobby de la crítica. Existe una gran rivalidad entre los voluntarios "veteranos" que se empeñan en juzgar las acciones de los demás y sobre todo poner en tela de juicio las ONG's surgidas de una iniciativa de voluntariado.
Por suerte, el porcentaje chismoso es minoritario. De hecho, aquí la gente que encuentras es maravillosa y las personas que vienen año tras año ejerce de anfitriones y se convierten en tu pequeña familia calcuteña, palabras de gonzalo y mila, personas que no olvidaré en mi vida y que estarán siempre cerca.
Así pues, tras la experiencia de Guzmán, fui a visitar Amavida, una ONG creada por Ana (una chica ibicenca). Una ONG seria, estructurada, con una razón de ser y unos fines no lucrativos. No tiene nada que ver con el Hogar de las Niñas ni con Guzmán pero no por ello es menos especial.
Simplemente se asemeja más a lo que nosotros entendemos por ONG.
Ana fue voluntaria de Maria Teresa y tras esa primera experiencia volvió a su trabajo habitual, la disco de Amnesia en Ibiza, nada mas y nada menos.
Un año más tarde, decidió dejarlo todo y volar a India sin billete de vuelta con ánimo de encontrar un proyecto de vida.
Tres años después, gestiona una home donde viven 14 niños y 14 niñas que a su vez escolariza.
Creó una escuela para 350 niños de todas las edades, hasta ha podido costear la universidad a 2 niñas, las primeras que han alcanzado la edad para ir a la facultad.A todos esos niños, les escolariza y les da de comer. Además de esto, dispone de un taller donde las mamás de los niños asisten mientras ellos están en el colé para aprender patronaje y costura. Cosen bolsos, ropa, etc que luego Ana vende en una tienda de Ibiza y entrega ese dinero a las madres a cambio de su trabajo.
La mayoría de los niños tienen padres o algún familiar pero su situación de pobreza no les permite mantenerlos o escolarizarlos.
Tan solo entrando en la escuela ya te das cuenta de la labor que están haciendo en Amavida.
Niños felices, sonriendo con sus mochilas de publicidad traídas desde España con los escudos del Real Madrid como imagen de fondo y sus profesoras entregadas a la causa.
Es tan difícil ver en Calcuta a un grupo de niños yendo al colé que resulta una imagen sobrecogedora.
Otro día más invadido de emociones, felicidad, admiración...
No hay comentarios:
Publicar un comentario