El impacto que un visitante sufre al llegar a la India es tremendamente fuerte. No entiendes, no comprendes y te sientes desolado ante este “paisaje”. Sin embargo, tal vez porque vengo preparada para mucho más, estas situaciones ante mis ojos no consiguen que me venga abajo.
De hecho, mi motivación va en aumento. Ganas de ayudar, de aportar, de sonreír, de compartir.
Esta ciudad está pidiendo amor a gritos…por no comenzar a debatir sobre temas políticos…temas que esta ciudad también pide a gritos.
Le entregas una galleta a un niño que te devuelve el agradecimiento en forma de sonrisa. Imagen que te dura y recompensa al menos dos semanas.
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